La cuestión del relativismo y el absolutismo ético
En primer lugar, es importante explicar un poco en qué consiste cada tema. El relativismo ético consiste en una cuestión personal, en la cual depende de uno mismo; es decir, cada persona puede tener “su verdad ética” y creer por encima de todo de que ellos tienen la razón y las conclusiones de los demás, sobre los principios morales, son contradictorios. Por otro lado, el absolutismo ético consiste en que las personas piensan que la ética es una sola y que ésta se encuentra formada por principios eternos. Este concepto supone que sólo existe una forma de actuar éticamente y que ésta no depende de cada persona o cada dilema.
En este tema es importante creer que existe un punto medio; es decir, reconocer que existen diferentes puntos de vista, sobre todo morales, pero siempre intentando llegar a algún consenso mediante la comunicación de ambos puntos diversos. De acuerdo a éste análisis supone un rechazo hacia el absolutismo, pues este no entiende consensos. Sin embargo, es importante que en la ética los dilemas sean compartidos y comprendidos por ambas partes.
Para prevenir el delito en el futuro es importante que se evalúen los daños y beneficios que se podrían producir para las personas involucradas en el asunto o, en algún caso, en un dilema ético. De esta manera, se podría evitar los problemas posteriores y se podría llegar a un acuerdo o aceptación de ambas partes involucradas, lo que supone es lo más óptimo a llegar cuando se tiene algún problema.
El utilitarismo
El utilitarismo es un tema que parte del concepto del “principio de la mayor felicidad”; es decir, busca el mayor bienestar para el mayor número de personas. A diferencia del egoísmo, que busca el interés individual. El utilitarismo se basa en la cantidad de placer o dolor que causan las opciones morales pero que nuestras decisiones deben dirigirse a producir el mayor beneficio para todos los involucrados, ya sea una persona, una compañía o toda la comunidad.
Es importante mencionar los dos tipos de utilitarismo: el de los actos; centrado en actos particulares, y el de las reglas; centrado en las clases de acciones. Ambos basados hacia los beneficios de todos.
Para prevenir el delito es importante pensar de una manera utilitaria. Siempre buscando el placer y el beneficio de todos. Si se tomará una decisión en donde se ve involucrada la compañía y la sociedad, pensar en lo que será beneficioso para ambas partes. Sin perjudicar la rentabilidad de la empresa pero tampoco dañar a la sociedad, ya sea mediante salud o dinero. Es importante que no sólo las compañías sino también todas las personas tomen este punto de vista, ya que ésta es una forma de vivir en armonía.
La teoría de los derechos y la justicia
Siempre se habla acerca de los derechos de las personas, los cuales deben ser protegidos por la sociedad y el Estado y cuyo cumplimiento todas las personas podemos reclamar. Uno de los derechos más importantes es el derecho a la vida. Es decir, las personas deben actuar siempre respetando los derechos de los demás. Pero, ¿cumplir los derechos de todos significa actuar con justicia? De aquí se desprende la teoría de la justicia.
La justicia significa tratar a las personas de un modo de que cada uno obtenga lo que merece o en cada situación; es decir, implica tener procedimientos justos y resultados justos. Lo cual hace referencia un poco a la equidad de todas las partes.
Los problemas que se desprenden de este tema es cómo llevar los derechos a la práctica de una manera que sea justa para todos. Por ejemplo, la justa compensación.
Para evitar delitos futuros es importante que se respeten los derechos de las personas. Esos derechos que sólo se encuentran difundidos en la constitución de los derechos humanos sino que también deberían encontrarse difundidos en la mente de cada una de las personas, sobre todo aquellas que desean tener negocios que involucren a toda la sociedad. Además de respetar los derechos de las personas es importante que estos se hagan de una manera justa. Actuar con justicia, si se da cierta clase de beneficios para las personas de clase alta de una sociedad, pues se debería de dar la misma clase de beneficios para los más necesitados de un país. De esta manera se evita los problemas futuros, ya sea mediante prensa o también problemas legales.
La intensidad moral
Este tema nos habla acerca de que las decisiones éticas se ven afectadas por la importancia que tiene para cada persona; es decir, la intensidad moral de cada persona. Es importante mencionar que esta varía de acuerdo a seis factores importantes, los cuales son los siguientes y que se enfocaran desde un punto de vista para evitar el delito futuro.
- La magnitud de las consecuencias: siempre estar al tanto de los daños y beneficios que traerán las consecuencias para aquellas personas que recibirán el impacto de nuestras decisiones. Tomarle más importancia a aquellas decisiones que puedan significar daños grandes para la sociedad.
- Consenso social: siempre tratar de que ambas partes lleguen a un acuerdo. Si yo, como gerente de una empresa, tomo una decisión, antes de realizarla, saber lo que piensa la sociedad de ésta y saber si se encuentra de acuerdo sobre mi ética.
- Probabilidad de efecto: conocer la probabilidad de que las acciones ocurran ya sean daños o beneficios.
- Inmediatez temporal: conocer con qué rapidez se verán las consecuencias de mis actos. De este modo se sabe la magnitud sean daños o beneficios.
- Proximidad: Punto importante porque tiene que ver con la sensación de cercanía de las personas involucradas. Para evitar el delito futuro, no dejarse llevar por la cercanía de las personas, de aquí se desprende, también, la justicia.
- Concentración de efecto: saber a cuántos afectaríamos con nuestra decisión. Para evitar el delito es importante conocer el grande de magnitud, en cantidad, que tendrá nuestra decisión. Si es que se tratará de pocas personas entonces nos parecerá menos grave. Sin embargo, es importante reconocer que ya sea menos o más grave igual sigue afectando a un grupo de personas. Lo que se trata es de que no afecte a nadie, aunque eso sea posiblemente difícil.
Uno de los problemas de la “moralidad” es que muchas personas se ciegan ante los motivos morales y las acciones y dicen hacer las cosas porque es lo mejor para todos, cuando realmente no lo es, sino lo mejor para uno mismo. Por ejemplo, un gerente cuando en vez de pensar que es lo mejor para la sociedad piensa en lo mejor para la empresa.
Para evitar las malas prácticas éticas es importante no caer antes una situación de amoralidad; es decir, distanciarse de la naturaleza ética para actuar a favor de su beneficio. Es importante siempre tratar de tomar decisiones y acciones a estas de una manera que no perjudique a nadie y, en el mejor de los casos, que beneficie a todos.